...para mi cumple de 18, ¿te podés disfrazar de monstruo?
Cinco días después del ataque de las avispas, Malalaencasadeherrerocuchillodepalo (padre médico), sin siquiera sospechar que podría seguir con la histamina por las nubes, no duda en clavarse unos increíbles langostinos. Increíble angioedema. Esta vez, termina hospitalizada por unas 4 o 5 horas en la salita de emergencias de zorritos. BajónRodante.
El edema tarda en desaparecer y estoy unos cuantos días GZZZ, GZZZ...todo pica, todo molesta...irritable, asustada, no puedo respirar bien...no paso mis mejores días. MalhumorRodante.
5 por Renus
Próxima estación, Ecuador. Decidimos ir primero hacia Guayaquil para consultar con un alergólogo visto y considerando que a medida que subimos también aumenta la posibilidad de un tête à tête con algún bicho.
Cruzamos la estrambótica frontera Tumbes-Huaquillas. Genial. Sin desperdicio. Nos habían advertido que era “la peor de Sudamérica”…
Llegamos a un puente que de un lado nos agradecía por haber visitado el Perú y del otro lado nos daba la bienvenida a Ecuador. Cruzando el puente, gente con frutas, verduras…de todo. Cero control. Aduanas? Si, el cartel. Migraciones? A 10km del puente y a voluntad (no hay barreras ni control). Los 10km los hicimos con dos que prácticamente se nos subieron de prepo al coche y nos llevaron hasta el puesto de migraciones…una especie de “guías migratorios”, que nos curraron u$20 por el tour. Desastre.
De un lado del puente... ...y del otro.
Mismo cielo, diferente tierra. El verde estalla en Ecuador. Es lindo, lindísimo.
Bananas y más bananas
Y llegamos a Guayaquil, ciudad enorrrrme.
Traicionamos a 5 y nos vamos a un hotel. El animo lo requiere. Después de los episodios de alergia, yo quedé para atrás, con mucho miedo. Efecto dominó, vamos cayendo uno a uno. Como por arte de magia, de un día para otro nos empezamos a replantear todo: Volvemos? Seguimos un poco más? Hacia dónde?
Malala llora. Renata llora. Simón llora. Chris no llora, pero seguramente tiene ganas.
Por suerte, en Guayaquil nos reciben Stash, el hermano de nuestra querida amiga Sofía, y su novia, Maru. AlivioRodante. Sociabilizar nos vino bien…y cuánto hacía que no charlábamos con un argentino!! Stash, consigue visita con el médico, hotel, nos lleva, nos trae…más que 10 puntos. Como si todo esto fuera poco, el domingo, nos invitan a un almuerzo con toda la familia de Maru…abuelos, tios y niños. Almuerzo familiar y encima el domingo…genial!!
Iguanas en una plaza en el centro de la ciudad
Iguana que se cree paloma
Simón mira con desconfianza...no le gustaron nada
Hotel...siiiiiiiiiiiiii!!!
Con Maru y Stash
Con toda la familia de Maru
Pasamos un día lindísimo. Gracias familia!!
Luego de la visita al médico descartamos la posibilidad de ir hacia la playa por la cantidad de bichos que hay. Tenemos que tener un poco de cuidado y de ahora en más tratar de estar cerca de algún centrito de salud…por las dudas.
Con un poco más de onda, decidimos irnos hacia la sierra. El clima es mejor, no hace tanto calor y obvio, hay menos bichos (aunque el día que llegamos nos dio la bienvenida un cadáver de tarántula). Llegamos a Cuenca. Ciudad lindísima, y super, super tranquila a pesar de sus casi 500mil habitantes. El lugar donde paramos es divino. Está en el medio de la ciudad, pero es enorme y hay gallinas, caballos, perros…los chicos están felices. Los papás, también.
Padre e hijo regando el cerquito sin pudor
Barbería y adorable barbero
Una linda puerta
Sobre el río Tomebamba
Caballito...con tal de llegar al museo...
Renata y yo teníamos ganas de despuntar el vicio artístico y encontramos que Cuenca es la cuna de la cerámica mural de Ecuador. Enseguidita nos anotamos en un taller. Nuestro maestro, Juan, una persona increíble. Sin escatimar conocimiento, se abre y nos enseña cada detalle de la técnica, que es lindísima.
Renus en pleno trabajo Yanuncay...nuestra casa por unos días
Renata juega con Sofi
Granadilla, la preferida de los chicos y del papáY obviamente fuimos al mercado popular. Como en todos los demás, se pueden encontrar desde juguetes y toallas, hasta zapatillas y tomates...lindo, lindísimo. Ir al mercado es un paseo en sí mismo más allá de lo que necesitemos llevar a nuestra casa..mucho margen no tenemos: acá todo cuesta "un dolarito, dos dolaritos"
Pescado fresco...
Un puesto boutique
Lindos choclos, blancos y gordos
Renus ligó sombreroA los dos días de haber llegado a Cuenca, Humberto, el dueño de Yanuncay, organizó una cena. Nosotros, la familia de Humberto y 9 franceses. Chris ayudó a preparar el asadito y yo aproveché para practicar un poco de francés.
Chris y Humberto en plena labor
Jacques, Simón y Renata se ocuparon de musicalizar la noche
Soga y tobogán...chochos
Llamando a los caballos
Lavando la ropa
Simón va a colgar las medias, Renus enjuaga las suyas
Resistencia al besuqueo
Mamá contenta, esposa felíz
Malala intenta, sólo intenta practicar Yoga...sin lograrlo
A falta de pile..."tina" Renus camino a colgar a su oso recién bañado
AmorRodanteUna semana después de estar en Cuenca llegaron Atie y Patricia, Brasileros y Jeremie y Emilie con quienes habíamos estado en Cuzco. Asado otra vez, cada uno aporta alguna cosita, fueguito, vino y a compartir.
Renus, Simón, Luis y amigos
Humberto canta un tango, Emilie, Jeremie y Atie escuchan
Chris le da cátedra a Ecuador, Brasil y Francia sobre asados
Primer paseo en carretilla
...y en trineo con ruedasAprovechamos que los domingos hay feria en Gualaceo, a unos pocos km de Cuenca, tomamos el colectivo y allá vamos Argentina, Francia y Brasil.
Después "cogemos" (diría Renata) una camioneta taxi y vamos hacia Chordeleg. Renata viaja por primera (y ultima) vez en la parte de atrás.
Renata chocha, Atie no tanto... Bombón en Chordeleg
Almorzando fruta en la plaza
FamiliaRodante en Chordeleg
Al cabo de un rato en la parte de atrás, parece que no estaban tan contentos...Al llegar a Cuenca nos enteramos de que los famosos sombreros "Panamá", no son de Panamá sino de Cuenca. Según entendimos, se llaman Panamá porque originalmente los comercializaban desde allí, pero la realidad es que se hacen en Cuenca.
Acá los llaman Panamá o Paja Toquilla que es el material con el cual están hechos.
Así se venden a quienes los terminan
Sombreros terminadosVisitamos el taller de Alberto Pulla, un hombre de 78 años que hace sombreros desde los 6, cuando su papá le enseñó el oficio. Hermoso hombre...
Los sombreros de Alberto El taller y un hombre que trabaja allí...puso un tango cuando nos escuchó hablar Con Alberto
Chris en plena prueba
...se fué con sombrero puesto
Unos cuantos días en Cuenca nos sirvieron para deliberar cuáles serían los próximos pasos a seguir. Decidimos abandonar la idea de ir hasta Colombia porque los chicos realmente están super cansados de viajar. Mientras estamos en un lugar por varios días están felices, pero a la hora de subir al auto y ponerse el cinturón, lo que fué rosa se convierte en negro a la velocidad de la luz.
Emprendimos viaje rumbo a Quito y a los 20km, en un mar de lágrimas, chillidos y frases como "no se dan cuenta de que no me hace felíz vivir con un cinturón puesto?", "quiero a mis perros", etc...paramos y dimos la vuelta. La idea original del viaje era seguir mientras estuviéramos todos contentos y la realidad es que a esta altura, a los chicos se les hace difícil estar en el auto. Fin. Así como un día decidimos de un momento para otro salir a viajar, de la misma manera decidimos volver. Yo también tengo ganas de regresar. Hace unos días murió mi abuela y no pude viajar a Buenos Aires. Días tristes, ganas de volver.
Argentina, allá vamos!
Al principio nos sentimos un poco frustrados por no haber llegado a Colombia, pero después, mirando el mapa, las fotos, recordando todo lo recorrido, la verdad es que estamos más que satisfechos y felices. Fué una experiencia maravillosa a nivel familia y a nivel personal, creemos que para cada uno fué alucinante.
Estamos volviendo por Perú, luego Chile, para entrar por Mendoza e ir derechito a Traslasierra donde pensamos quedarnos en principio por un año, para probar. Renata está inscripta en un jardín que tiene una propuesta educativa que nos interesa. Quien quiera chusmear la página del colegio es
http://www.eltrigal.org/Así que, una vez más...qué nos deparará el camino? Nunca lo sabremos y eso es lo bueno!
Quisiéramos cerrar el blog con esta imagen que nos regaló Martín Petrone, a quien le estamos profundamente agradecidos. Es hermosa y reune un poco de todo nuestro recorrido.
Gracias! Mil gracias Martín!
Y por ultimo, aprendimos...
- que muchas de las cosas que creiamos necesarias, en realidad no lo son para nada. No se necesita gran cosa para sentirse felíz.
- que viajar de esta manera nos permitió vibrar a pleno cada lugar y su gente.
- que hay mucha basura desparramada por ahí y que deberíamos estar más ocupados en ello.
- que la naturaleza es tan maravillosa como implacable.
- que el aire de las sierras nos sienta super bien.
- que los almacenes pueden ser abarrotes y las rotondas ovalos o redondeles, pero al fin y al cabo, son la misma cosa, como todo.
- que amamos a las heladeras y a los inodoros con tapa!
- que no hay nada mejor que una ducha caliente, pero que si no está no pasa nada.
- que Simón vivió la mitad de su vida viajando (10 y 10) y no fué taaan difícil.
- que los niños no necesitan muchos juguetes, pero sí espacio, aire libre, sol, de otros niños y papás dispuestos a compartir.
- que es posible que alguien coloque en el medio de la ruta una garrafa en lugar de valisas, para cambiar una rueda (Peru).
- que no hay que poner elementos metálicos en el encendedor del auto porque hace un corto y no funciona más (Chris, que probó el medidor de tensión y Simón que metió una aguja de tejer).
- a armar y desarmar el inodoro de 5 (4horas), para que tan solo el problema sea un fusible (2 minutos cambiarlo).
- que en los andes las distancias son relativas con respecto al tiempo.
- que las indicaciones son simples: "de freeeente" en Perú y "laaaargo" en Ecuador (nunca llegamos a ningún lado preguntado).
- que los niños se adaptan a todo menos al cinturón de seguridad.
- que pudimos hacer muchos miles de km cuando nuestro record máximo había sido Río Grande-Puerto Madryn en 5 días.
- que la ruta está llena de gente buena y que hay más gente buena que mala en el mundo.
- que las rutas de Perú son buenas y seguras y que su policía es mucho menos corrupta que la nuestra.
- que conocer la historia andina con Renata a través de cuentos y leyendas fué hermoso.
- ...y que vale la pena soñar y volar... y como dijo Héctor:
" LA PUTA QUE VALE LA PENA ESTAR VIVO!"
Gracias familia, amigos, conocidos, no tan conocidos y desconocidos por habernos acompañado en este viaje. Gracias a la vida que nos ha dado tanto...
Buen viaje por la vida! Buena vida!
FIN