Sin inspiración para el nombre...Puno?

De Chivay fuimos a Puno de un sólo saque. El viaje fué largo y cansador...pero llegamos!!

No queríamos quedarnos a mitad de camino, pues todo el camino es por encima de los 3700m y a la noche se pone fresco. Aparte de eso, nuestra calefacción no andaba bien y no quisimos arriesgarnos a amanecer hechos cubitos. Allá fuimos!! 

Antes de llegar hay que atravesar Juliaca, una ciudad enorme y no muy bonita, pero que sin duda para nosotros tiene su atractivo: cholitas por todos lados, mototaxis, bocinas y más bocinas, puestos de fruta, verdura, herramientas...en fin, pintoresco.

Llegamos a Puno, ciudad a orillas del lago Titicaca (nombre que a Renata le hacía mucha gracia)...el lago navegable más pero más alto del mundo...guau...es verdaderamente hermoso.

Salvo la zona de la plaza de armas, netamente turística, el resto de la ciudad, se ve que la pelea.

Nos alojamos en un hostal, ya que en Puno tampoco hay camings ni nada parecido. En las estaciones de servicios no hay lugar para estacionar y aparte por la altitud hace frío.

Al día siguiente emprendimos la marcha hacia el puerto para terminar en un barquito que se caía a pedazos. Evidentemente la emoción no nos dejó pensar y cuando yo buscaba con la mirada los salvavidas, ya lago adentro, el capitán se dirigía a la parte trasera del barco, levantaba una tapa en donde estaría el ¿motor? y con un destornillador aceleraba el barco.

Y bueno...

Sombrero y gorra no son coquetería. El sol es muy fuerte por allá

Renata dice que a Chris no le hace falta sombrero...será?

Y llegamos a las islas flotantes de los Uros, una comunidad que vive en el lago sobre unas islas hechas por completo de totoras. Increible.

Sus casas son de totora, los botes son de totora...aparte de ser una belleza es asombroso. 

Todo está preparado para recibirnos: unas niñitas cantando en Quechua con los atuendos típicos, un semicírculo de totoras en donde nos vamos a sentar para que nos cuenten cómo viven y como construyen las islas, atrás, señoras y señoritas preparan sus puestos de venta de artesanía...en fin...todo listo para los turistas, lo cual vuelve la visita un tanto superficial. Lo entendemos. La supervivencia no debe ser nada fácil por allá. A pesar de eso no deja de ser hermoso e increíble: mantienen intactas sus costumbres, su lengua. Aunque algunos Uros van a estudiar a Puno, regresan a las islas a dormir: "Los Uros no viven en las casas de Puno. Los Uros vuelven  a las islas siempre", nos dijo uno de ellos.

También nos enteramos de que Fujimori hizo algo bueno!!! Los proveyó de paneles solares. Así, no precisan usar más velas ni encender fuego por las noches. No más incendios. 

Renata descansa sobre las totoras

Artesana con su guagua de un mes (dentro de la manta)

No es Indiana Jones versión femenina...es Malala

Niñita Uro...son hermosas

Magalí

Sin preguntarnos, el capitán nos dice que nos va a ir a buscar a otra de las islas para regresar a Puno y nos indica que nos subamos a un bote hecho de totoras...yo dudo...éramos varios. Chris confía y eso me da un poco de alivio. Finalmente accedo.

Quien conduce y rema es una fortachona mujer.

Durante el viaje de una isla a otra, las nenas, super entrenadas, cantan en Quechua, Español, Inglés, Francés y Alemán una misma canción. Luego, pasan la gorra.

Capitana del bote

Llegamos a la otra isla en donde todo está más que preparado: hay restaurant y dos casas de totora que ofician de hotel. Cama de totoras y mantas de llama. Veinte soles ($24) por pasar la noche en la isla. Debe ser hermoso pero con niños no nos parece una buena idea...volveremos. Solos!

Renata se cansó de meter los dedos en una vasijita en donde tenían un pez semi muerto y otro ya en el cielo. Creemos que en algún momento se chupó los dedos o algo, porque a la madrugada del día siguiente empezó a vomitar y no paró más hasta la tarde. Dieta, mimos y dibus en el hostal y pasó.

Así es que yo, Chris, para no volverlos locos, después del mediodía tome un taxi y me fui a Sullustani, que esta a unos 30 km aprox. Allí se ven unas torres funerarias (Chullpas) incas y coyas. Más allá de los restos arqueológicos el lugar donde están es impresionante.

Toritos que ponen en los techos que representan fuerza y buen augurio

Laguna Umayo

Detalle de Chullpa Inca

Para dimensionar el tamaño...

Chullpa Coya

Baño vacuno...

Siguiente destino: Cuzco o Cusco como le dicen acá.

El camino es increíble. De pronto, todo se vuelve verde y más verde...y estamos muy alto! Durante el día hace bastante calor y por las noches, bajo cero. No podemos creer que este valle sea tan fértil. 

Antes de llegar a Cuzco hay una serie de pueblito tras pueblito, sin calles. Se manejan a pie o en burro. No hay coches. No hay forma de entrar ni de parar al costado de la ruta. Necesitamos comer!! 

Después de unos KM, por fin, encontramos un caminito y paramos. Hermoso lugar.

Y llegamos a Quinta Lala, una especie de camping a 2km de la plaza de armas de Cuzco. y a 100m de las ruinas de Sacsayhuaman.

Lindísimo lugar, rodeado de un bosque de eucaliptus gigantes y gallinas amigas.

Tres días después de correr sin parar, Forrest lo logró:

5 y sus amigos de Suiza, Francia y Alemania

Vecinos: Esther, Hanspeter y Richard

26 de Julio: Felíz cumple princesa viajera!!

Chocotorta, rocklets y velitas

Con RegaloRodante en mano

Amanecer de cumpleaños...todos a la cama grande!!

Por razones obvias, no le prestamos la cámara a Renata, pero como deseo de cumpleaños, pidió retratarnos, así que felices, posamos para ella:

Y ahora con Simón...

Y ahora mamá le da un beso a papá...a quién saldrá la directora?

Decoramos a 5 con globos y guirnaldas. No estábamos seguros de recibir invitados porque Robin y Lola, los otros niños que había en el camping, se habían ido unos días  a Puerto Maldonado y aún no habían regresado. Planteamos un cumple diferente, en familia y para nuestra  sorpresa, Renata estaba re contenta!! Teníamos un poco de temor...sin amigos...sin abuelos ni tíos...fantasmas de los grandes.

Las gallinas estuvieron invitadas, obvio. Y Simón, casi, casi, ya no les tiene miedo.

Alegría! Alegría! A la tarde, llegaron Robin y Lola con quien Renata había estado jugando unos días atrás. Buenísimo.

Se sumaron al festejo Olivier, Stephanie, Claude y Alain (quien nos reparó la calefa…merci Alain!)

Como nosotros no sabíamos cantar el cumple en Francés y ellos no lo sabían en Castellano, Renata propuso cantarlo en inglés...happy birthday!!

Simón, se asustó y huyó llorando. 

Fué un día muy lindo.

Renata recibió llamados a través de Skype de todos los abuelos, las tías, amigos...estaba chocha. Gracias a todos!

Adiós y hasta la próxima, que será en breve, pues ya hemos ido a Machu Pichuuuuu!!!!

Abrazos!